miércoles, 27 de enero de 2010

Lo mío... es MIO.

Ya sé que soy egoísta, intento corregirlo, pero cuesta mucho :x Cómo cuesta cuando estás acostumbrado a conseguir todo lo que querés con mucho esfuerzo y de repente te das cuenta de que hay gente esperando que compartas lo que lográs.
Hay cosas que me nacen... que soy capáz de dar con todo mi corazón, que dejo sin titubear... y personas que amo por las que aparentemente daría todo (me doy cuenta de cuanto las amo a medida que descubro lo que soy capáz de dejar por ellas), pero eso no significa que deje de ser egoísta, porque cuando siento que algo es mío, por lo innato de mi capricho, no lo voy a dejar así como así.
Crecí con la filosofía de que todo lo que tengo, todo lo que consigo, en realidad le pertenece a Dios, que a El le debo todo... y esas cosas... pero creo que entiende que no soy tan fuerte como para dar todo de mí siempre... y aveces me planteo para qué me da cosas lindas si después me voy a tener que obligar a desprenderme de ellas, justo cuando las siento totalmente mías... no hablo de objetos materiales nomás, sino de sentimientos, logros, relaciones satisfactorias y ese tipo de cosas. Es como darle a un niño una feroz paleta de colores (de esas que le encantan) y después arrancarle en seco de las manos.
Yo, como una de esas criaturas que no entienden un carajo, voy a agarrarme fuerte cada vez que me vuelva a pasar, voy a armar kilombo y gritar, aunque sea con la mirada... que LO MIO ES MIO... y NO lo comparto.-

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