jueves, 3 de septiembre de 2009

¿Por qué...?


"¿Por qué siempre estás sonriente?" "...y en vez de saludarte feroz sonríe !" "¿Por qué siempre te reís?" "ella se ríe nomás luego"... estoy acostumbrada a este tipo de frases.

Explicación física: Mis cachetes se me estiran a una distancia de 50 metros de una persona a la que conozco, estoy en automático, no puedo evitar sonreir.

Bueno, ha de ser que me doy cuenta de lo feliz que me hace estar con las personas que aprecio (la mayoría de la gente con que me relaciono).. o la costumbre de una persona bastante alegre, y contenta consigo misma... para mí la vida es un baile, y a pesar de que, como siempre digo, existen muchas penas, frustraciones, cansancios, enojos... etc tc etc... "es la ley", el tiempo es corto como para llegar a donde quiero....pero... legalmente soy feliz porque tengo las armas que necesito... eso es lo que reflejo, mi felicidad.

Ahora bien, ¿Qué son mis armas? ¿Cuál es mi felicidad? Mi arma es mi alimentación, porque lo que me dá fuerza para seguir es mi alimento.... ¿de qué me alimento? de Dios.. sí señor, alimento mi alma con su palabra, con nuestras largas conversaciones y con su pan de vida, ÉL ES MI AMOR, MI FELICIDAD, MI TODO. PorEL estoy tan sonriente.

Parece feroz divague que haya empezado con mi sonrisa y terminado en Dios.... pero así nomás es: Esta mujer está asieté de sonriente siempre porque Dios la alimenta para que esté fuerte a la hora de superar todos los obstáculos... porque Dios le da consejos todo el tiempo... le dá ganas de vivir, le dá personas adorables para compartir... le dá pan, techo, estudios, trabajo, inteligencia, pruebas para hacerse aún más fuerte, alegrías, momentos hermosos, tristezas terribles (para que se dé cuenta de que TIENE LA CAPACIDAD DE SENTIR)... y por sobre todo, MUCHO MUUUCHO AMOOR! :D

¿Cómo no voy a estar siempre sonriente? Sé que es porque Dios llegó a mi vida... porque antes estaba vacía, porque lo puedo sentir, lo puedo escuchar a mi lado.... porque desde que él está aquí, todo cambió. Y a pesar de lo necia y tonta que soy, a pesar de los errores... me voy a levantar, y él va a seguir aquí