viernes, 14 de octubre de 2016

Sin vos

Trato de extraer la sal del mar, pero solo el agua se corre entre mis dedos 
Te busco, no te encuentro
Somos dos sinfonías opuestas, en una orquesta de fuego
¿Que no te amo?
Te amo como un niño que necesita a su madre... sin decirlo, pero expectante
¿Que no te extraño?
Cada día sin vos es como una cantidad de horas vacías
Es una soledad esperando en su balcón.
Es un abrazo menos, perdido en un silencio inmenso



domingo, 28 de agosto de 2016

Se un girasol

Todas las flores son hermosas, pero algunas son más frágiles que otras.
Se un girasol, los girasoles crecen en terrenos áridos y soportan con mucha fortaleza los factores externos, por sus características propias.
Desde pequeños nos enseñan a defendernos del exterior, a luchar, a perseguir.... pero nadie nos enseña como luchar contra nuestro interior cuando nos juega en contra. La verdadera fortaleza empieza en nuestras características personales, en nuestro corazón y en nuestra mente.
Es eso lo que da tanta firmeza a un girasol, seria bueno que te conviertas en uno... y dejes de querer ser una rosa.

viernes, 12 de agosto de 2016

Autitos chiquititos

Ayer llegué muy cansada a casa. Tanto que solo quería subirme a mi cama y por lo menos recostarme, pero también quería jugar con Benjamín.
Él, dándose cuenta de que yo ya no daba, recorrió la casa buscando sus "autos chiquititos", que por cierto son sus favoritos, no entendía por qué los prefería antes que sus grandes tractores y costosos tumbas, hasta ayer.
Pudimos jugar en la cama carreras hasta quedarnos dormidos.
Y los autos grandes no pueden ser subidos a la cama.
Tomé prueba de que es cierto; no hay ningún juguete, por más valioso que sea, que reemplace el tiempo que pasamos con ellos.

Los autitos chiquitos sirven para jugar en la cama con mamá cuando vuelve del trabajo.

#Benjamin

miércoles, 10 de agosto de 2016

De pie

No todas las veces que intenté levantarme pude hacerlo rápido, pero nunca el esfuerzo fue tan largo como este.

Me acobijé en atardeceres completos ocultos detrás de las paredes, intentando encontrar la espina dorsal de mi alma, recobrando energías desde las cenizas de mis ideales, dando la cara a la oscuridad más profunda.
Ahora me encuentro sostenida por completo, intentando dar un paso hacia adelante, con todo el empeño de mi voluntad pero la inercia inevitable del tiempo que oxidó todos mis sentidos.
La espera fue larga, pero no absoluta... no de esas esperas en las que solo observás o te entretenés. Fue de esas esperas apasionadas, intensas, desesperadas... fue de esas esperas de constante esfuerzo por obtener una respuesta... Fue así que golpeé y golpeé sin obtener respuestas, sin saber que la respuesta estaba muy adentro mío.
Y en algún momento una voz muy quebrantada me dictó desde el fondo de mi conciencia que lo intente por mi cuenta...

No todas las veces que intenté levantarme pude hacerlo rápido, pero nunca el esfuerzo fue tan largo como este.

Fue el intento más esforzado, la espera más apasionada, el levantar más valioso....
Las tardes ya no están escondidas tras las paredes, porque ya no existen paredes.... mis sentidos despertaron para siempre enfocadas en un horizonte que se pierde de tan infinito.
Mi alma es un diamante desde que tuvo columna... y se puso de pie,
Un diamante que aún no fue pulido.
Ya no existen atardeceres tras las paredes, ya no existen esfuerzos vanos, el largo tiempo valió la pena... y la pena no es más que un amargo recuerdo.
El siguiente paso... es dar el primer paso. Con la cabeza muy en alto.

viernes, 5 de agosto de 2016

Del diario de una sombra

Hola,

Espero que estés bien, por algún motivo que creo saber, decidiste no escribirme más.
Siempre te dije que me gusta escribir, y escribirte a vos es mucho mejor que postear algo en mi blog, capáz estés enojado, puede ser que solo estés molesto por algo que dije, capáz pensás cosas negativas acerca de mí o solo hayas decidido abrirte, pero lo que más posiblemente ahora, mientras te escribo, está en tu cabeza, es que soy muy patética por hacerlo.
No te escribo por nada en específico. Solo tengo muchas ganas de sentirme de alguna manera cerca de vos. Se que ya no me odias, porque solo se llega a odiar a quien se ama. Y eso tiene un lado bueno y otro malo para mi...
Es solo que cuando estaba contigo me sentía mucho mejor de lo que te parecía. Estar contigo para mi fue, desde el comienzo hasta la última vez, lo más cercano a lo que busqué para el resto de mi vida. Fue tan poco el tiempo que tuve pero tan grande la felicidad que sentí, que entendí por qué se dice que cuando uno más alto se eleva más fuerte cae.
Siempre digo que aún no encontré lo que estoy buscando, pero lo cierto es que lo encontré y me aparté. Y ahora no estoy buscando nada pero tengo la firme certeza de que un día la vida me lo va a poner en el camino de vuelta.
Alguna vez alguien me dijo acerca de vos que la diferencia de edad era muy importante, y le respondí que en todo caso uno de nosotros dos nació en la época equivocada pero con los mismos gustos. Por sobre todo el gusto por estar en paz... también por hablar, por un vino o un trago, por hacer planes o ser quisquillosos. Capáz alguna vez, ya sea hace años o hace poco, tuvimos el problema de ser parecidos. Tanto en lo bueno como en lo malo.
Lo cierto es que me pudiste tanto que quebré mi esquema de orgullo y dureza... y descubrí adentro mío partes de mí que no conocía. Y todo es tu culpa, o gracias a vos. Depende de cómo lo vea.
Sé que siempre vas a leerme, y yo siempre voy a estar atenta a lo que te pase, no es que me despida, solo quiero que no saques eso de tu mente.
Yo no creo en nada de lo que la gente dice, creo en lo que veo, y yo te vi a vos mucho más que el resto. Y así como sos, sin importar lo malo que pasamos y adorando lo bueno, nunca te voy a dejar. Aunque ya no hablemos. Posiblemente esto solo sea un recordatorio porque sé que ya te dije antes.
Por mi parte, voy a tratar de seguir igual que hoy. Y de no molestarte.
Sé que en el fondo me conocés, no soy una mala persona, vos tampoco, solo que aveces las personas que se cruzan en la vida pasan por malos momentos. Yo agradezco por esos momentos y más por los buenos, porque son los que me trajeron hasta donde estoy, y todo tiene un propósito.

Besos.

lunes, 1 de agosto de 2016

De cosechas y cuentas pendientes

Y cuando sentís que la vida te devolvió lo mismo que diste, intentas hacer cálculos y los números no te cierran. Aveces reinventarse cuesta caro, aveces esas devoluciones no son lo necesario, son diferentes a lo que necesitás en ese momento.
Apartás todo y seguís pensando cómo pagar el precio, es como que hayas cosechado manzanas pero necesitas limones... y te das cuenta de que la única manera es salir a buscarlos, animarte a saltar por los árboles, lidiar con espinas, trepar finos troncos, dañarte la piel.
Todo es posible cuando perdés el temor y la vergüenza. .. y te lanzas de lleno. Todos los números cierran cuando no existen convencionalismos absolutos.
Ya las manzanas servirán en otro momento, la vida es más sabia que nuestra limitada mente.

domingo, 17 de julio de 2016

Encontrarse

Aveces es bueno tomarse un tiempo solos, un tiempo , por más corto que sea.
Un momento para observarnos desde afuera, desde donde los ojos saben donde estamos... pero solo nosotros somos capaces de saber si es donde deseábamos estar.
Un silencio para analizar nuestra propia mente, para inspeccionar nuestra alma y escuchar nuestro corazón, porque tantas veces nos quedamos con la proyección que el mundo nos da acerca de nosotros mismos, y nos perdemos.
Porque es triste no saber quiénes somos, a donde vamos y por qué. Y muchas veces sólo podemos saberlo encontrándonos a nosotros mismos, a solas, en silencio y en paz.

miércoles, 13 de julio de 2016

Caída, libre

Cerré los ojos y me tiré al vacío.
La primera sensación fue de adrenalina pura, de emociones encontradas, de buscar el piso con los pies y el cielo con las manos... y atajar la respiración en un intento de que el vacío dure más tiempo.
Sentí mi cuerpo siendo domado por el espacio, por la nada. Apretando los ojos... sin saber qué me esperaba... fuego, agua, piedras.
El tiempo fue inmenso.
Sentí mis lágrimas intentando sostenerse sobre mi rostro, y hasta ellas me abandonaron, sosegadas por el viento.
Me vi más sola que Dios.
Vi mil colores, y ningún sentido en ellos.
Intenté caminar mientras mi cuerpo se desarmaba irreverente, salvaje, a sus anchas, y lo disfruté.
Disfruté no tener más que mi propio peso, todo lo malo de ese instante, todo lo libre que el resto de mi ser permanecía, mientras mi corazón se hacía trizas y mi mente me llevaba a destinos destructivos.
Todo valió la pena, y lo sigue valiendo. Nunca más rejas, ausencias, ni presencias monstruosas.
Nunca nada más que mis propias decisiones erradas.
No más tormentas, culpas, agobios, mentiras ni silencios.
Y cuando llegue a lo que haya abajo, descansaré, viendo a lo lejos erigirse la construcción de lo que había destruido.
Y seré feliz, inmensamente sola, totalmente libre, absolutamente feliz.

jueves, 16 de junio de 2016

Días sin sol (II)

He tenido días mejores y días peores...
He cruzado las lineas que yo misma me dibuje como límites... y hasta incluso las he borrado.
Perdoné y me perdoné, pero la vida no me ha perdonado. Lo supe cuando me di cuenta de que mis atardeceres se han vuelto oscuros.
Ame, ame con locura... y sin embargo nunca he conocido el amor que no sea el de madre e hijo.
Esperé, y mis esperanzas se perdieron, para siempre. Queme todas mis oportunidades con todo el empeño de mi alma... hasta quemar mis huesos, mi corazón y mis emociones con ellas.
Se me acabaron las fuerzas
Mis sentidos son espinas incrustadas en mi mente. Ellas son parte de la cordura que he perdido.... esa compañera que me acompañaba a paso firme.
Y ahora me encuentro sola.
Solo el aliento me acompaña, solo el aliento y el sol que se vuelca sobre mi cuerpo cada día.

viernes, 10 de junio de 2016

Mi hijo, mi vida y yo

Cuando era "joven" pensaba que nunca tendría hijos, no soy de las mujeres a las que les gustan los niños, nunca tuve idea de cómo cambiar un pañal y mucho menos de cómo solucionar un berrinche (en ese tiempo me preocupaban esas cosas).

Cuando me enteré de que estaba embarazada (por accidente, o sea, por accidente me embaracé y por accidente me enteré) aparte de sentirme feliz (no sabía por qué, porque en definitiva no era un buen momento) me dije a mí misma "y ahora qué carajos hago?", no por qué hacer de mi embarazo, sino porque ni siquiera sabía qué era lo primero que tenía que hacer como "mamá".

Pasé meses tratando de pensar cómo educar a un nuevo ser humano (aparte de vomitar todo el día), pensé cómo sería mi bebé, qué clase de valores iba a inculcarle, cómo iba a distribuir mis gastos... y se me cruzaron como ejemplo estas ideas por la cabeza:
- Mi hijo no va a consumir dulces, ni comida chatarra
- Voy a ser firme con él, voy a poner reglas claras, y va a ser súper bien educado
- Voy a llevarle todos los domingos a la misa
- Nunca va a estar sucio
- No va a tener contacto con la tecnología hasta cierta edad
- Va a escuchar solo cierto tipo de música
- Va a hablar tales idiomas, con palabras bien dichas
- Va a leer, voy a inculcarle la lectura
- Voy a inculcarle el orden, la limpieza, la disciplina
- Va a aprender a ser muy responsable
La lista sigue.. recontra sigue,

Lo que sí que cuando la enfermera lo acercó a mí por primera vez en el Sanatorio, ni siquiera supe cómo alzarlo, cómo darle alimento... y la primera noche no dormí porque tenía miedo de que deje de respirar. Síntesis, me faltaba muchísimo para llegar siquiera a uno de los puntos que cité más arriba.

Volví a mi casa con el dilema de cómo cambiarle un pañal decentemente y el grandísimo desafío de bañarlo.

Pasaron dos años y medio con casi exactitud. Y lo primero que pude definir acerca de mi trabajo como mamá es que amo a mi hijo más que a mi propia vida. Y ese es mi primer defecto como mamá, paradójicamente.

Trabajé arduamente en dedicarle todo, absolutamente todo mi tiempo fuera del trabajo. Definí alimentos, libros, juegos, ropa, pautas, comportamientos, rutinas, valores, me salí de la gran parte de lo que definí, lo encontré divertido y hasta ideal, y me dí cuenta de que algo andaba mal.

¿Por qué encontré ideal salirme de lo que definí? No lo hice intencionalmente, fue mi propio hijo, de cerca de un metro de estatura, el que decidió cómo ser, qué gustos tener, cómo comportarse, qué le desagrada. Y fui feliz al notar que ese ser humano es diferente a mí, que tiene un carácter, una personalidad y un temperamento diferentes.

¿Qué es lo que anda mal? Soy yo y mi vida.
Dejé de tener vida... y no por imposición de mi hijo, sino por ese instinto que fue más fuerte que yo y me empujó a alejarme del mundo entero, a no peinarme, a nunca maquillarme, a descuidar mi alimentación, a delegar mi cuerpo, a prohibirme siquiera ir al baño tantas veces... o quizás leer un libro y tomar un café, mucho lujo? No.

Primero yo, segundo yo, tercero yo... y mi hijo.
Cuando lo tuve entre mis brazos supe que lo amaba más que a mi vida, sí, instintivamente.
Pero mi hijo me necesita entera, me necesita con tanta fuerza como el amor que siento por él.
Me necesita feliz, con autoestima alta, con energía, con convicciones.
Mi hijo me necesita y me merece completamente mujer, completamente sana, abierta, creativa, dispuesta a llevar el mundo por delante y abrirle paso.
Mi hijo se merece un ejemplo de fortaleza. Y la idea central de mi responsabilidad como madre no se limita a cambiar pañales, armar rutinas y controlar berrinches.

Mi responsabilidad es primero sobre mi misma, para tener qué darle.

Por eso mujer, amiga... date ese baño en agua tibia al final del día, date esa hora de una buena serie, una película, un libro, un café, un té o simplemente ese momento de estar tirada en el sofá sin hacer nada.

Date esa noche completa de sueño, esa tarde de hotel a kilómetros sola, esa hora de gimnasio, esa caminata, ese brushing, esas manos y pies, ese masaje. 

Date tu momento, no es un lujo, es una necesidad. Es tomar aire y volver a tu responsabilidad, con la responsabilidad contigo misma cumplida.

Vos y tu hijo se lo merecen. Sin excusas.



martes, 7 de junio de 2016

Desde mi jaula

Te das cuenta de que no sos libre cuando tenés miedo de decidir por tu cuenta....
Cuando a cada deseo se ata una amenaza.

Te das cuenta de que no sos libre cuando el control ejerce poder sobre tu vida, sobre tu intimidad.
Cuando no podés tener tu espacio propio, de silencio o de ruido, de llanto o de sonrisas... cuando ni siquiera podés elegir que palabras usar para expresar tus sentimientos, o cuando simplemente no respetan tu derecho de expresarlos.

Te das cuenta de que no sos libre cuando querés huir de la tristeza, y te intimidan con amenazas de desgracias.
Cuando todo es comodidad, y sin embargo preferirías una jaula! Si a cambio tuvieras tus propias llaves. Me explico? Poder elegir a donde ir sin que tu circuito esté interferido por un aparato gps, poder escribir un mail sabiendo que es solo tu mail, solo lo que tenés ganas de decir, sin que nadie esté rastreando tus contraseñas a cada paso.

Te das cuenta cuando la mayoría del tiempo sentís miedo, rabia, impotencia... cuando te sentís invadida, intimidada... y muy sola.

Es como un secuestro a la vista ciega de todos. Y vos... allí encerrada, sin fuerzas para pedir ayuda, sin brazos que puedan sostenerte, sin labios que puedan aconsejarte, sin oídos que se interesen por escucharte.

Un día solamente encontrás la oportunidad y no tenés ganas de dejarla ir, porque el miedo es la peor atadura... y porque sentís que no hay nada peor que lo que ya estás pasando. Ni siquiera la muerte.
Porque no hay peor muerte que vivir sin tu propia vida.


viernes, 3 de junio de 2016

Todo y nada

No está conmigo, pero me basta su existencia...

No está conmigo, pero sí está, porque no sale de mi mente, y aunque lo niegue, tampoco sale de mi corazón

Él me puede por completo con un simple abrazo
Está en silencio, esperando el momento... y yo a todo ruido, sin ganas de dejar pasar más tiempo

Él conoce mis errores, mis miedos, mis límites...
Pero los convierte en aciertos, seguridad y entrega total

Él es la parte completa de mi vacío
El equilibrio absoluto de mi inestabilidad
La calma en medio de mis tormentas

Él es mi copa de vino, mi amanecer perfecto, mi sueño hecho realidad por minutos....
Pero mi elección para siempre

Él no está conmigo, pero me basta su existencia...
Sus largos silencios, los momentos en los que me toca elegir entre todo lo que creo que está pensando

Él es el par de oídos de mi mundo, los únicos labios que me sacian, los únicos brazos que me sostienen
Él es mi sueño de una jornada perfecta, sin importar lo que implique

Él es mi pasado, mi presente y mi futuro

Lo es todo, sin ser nada.